Una vez que se presenta la solicitud de adopción en el Registro de la Xunta, a los pocos días recibes una notificación indicando que se ha recibido la misma y dándole un número de expediente que te acompañará durante todo este largo camino. Si optas por la adopción nacional y la internacional, se recibe una notificación por cada expediente, pues como ya comentamos se presenta 2 solicitudes aunque se aporten los documentos de forma conjunta para no duplicarlos.
Es algo rápido pues a principios de septiembre ya teníamos en nuestro poder ambas comunicaciones.
Por el contrario la cita para la valoración se hizo esperar algo más, pero contábamos con ello. La notificación nos llegó con casi un mes de antelación a la fecha señalada, por lo se dispone de tiempo para organizarse en el trabajo, pues dura toda la mañana, desde las 9.00h y así os lo advierten .
Nuestra valoración fue ya en febrero de 2014, estábamos muy nerviosos y no puedo negar que buscamos por internet sin mucho éxito referencias a como sería la misma, leímos mucho, analizamos opiniones de psicólogos, recomendaciones…
Como dijimos la valoración es larga, con la asistenta social y con una psicóloga, primero pasáis juntos a la sala y os hacen múltiples preguntas sobre vuestra relación, como os conocisteis, el motivo de la adopción, vuestras familias, sus ocupaciones, como os lleváis con ellos… Son preguntas personales, algunas, pocas, íntimas, pero aunque las funcionarias se muestran serias, no fue para nada un rato desagradable.
Después de una pequeña pausa en la que salimos a tomar un café nos entrevistaron por separado, primero a uno y después al otro, si no recuerdo mal la psicóloga. Las preguntas versaban más sobre la relación como pareja, lo que opinabas del otro, como lo veías y sobre tu infancia, adolescencia…
En ese momento trasladamos nuestra decisión de adoptar un niño en Hungría y mantener abierta la lista de adopción nacional.
De verdad, puede asustar, pero si eres sincero, aunque impone un poco, no es un trago tan amargo como “a priori” se puede pensar, eso si, es un trámite serio, no es una conversación entre amigos, ni conocidos, ellos hacen su trabajo, no están confraternizando.
Eran casi las 2 de la tarde cuando acabamos y he de confesar que después de terminar las entrevistadoras se mostraron algo más cercanas. Te sientes un tanto aliviado y contando los días para que vengan a realizarte la visita a casa, porque sí, además de preguntarte sobre la casa van a visitarla para comprobar que reúne los requisitos necesarios para poder adoptar en los términos de tu ofrecimiento.