Noticia de actualidad: Un bebé arrojado a un contenedor

Conmociona conocer una noticia como esta, leer los reportajes periodísticos, las opiniones… y enterarte a medida que pasan las horas de lo sucedido realmente. Conmueve la imagen de los policías que la rescataron y las lágrimas en sus ojos, satisfechos por haber salvado una vida que apenas si estaba empezando y que logró sobrevivir en unas condiciones tan extremas.

Más allá de valoraciones morales y éticas sobre el aborto, el derecho o no de las mujeres a poner fin a un embarazo, que varía en función de la  culturas, creencias y opiniones políticas de cada uno, lo cierto es que hoy nos encontramos ante un ser humano ya nacido, que respira y forma parte del mundo por sí mismo, de forma independiente, por lo que se hace imposible entender o justificar el tratamiento que se le ha dado, abocándola a un muerte probable, que solo el destino, el azar o la fortuna ha podido evitar, cuando lo cierto es que hoy por hoy la sociedad dispone de ayudas y mecanismo a los que puede acudirse sin poner fin a una vida.

Las motivaciones de su autor, sea quien sea, solo a la justicia corresponde juzgar, igual que la realidad e intención del acto cometido,sin embargo, solo por nuestra naturaleza humano, reprobamos un actuar como éste pues nadie tiene derecho a quitar la vida a otro y cuando el afectado es un niño, el horror aún parece mayor y se hace de todo punto incomprensible e injustificado.

Para nosotros que ansiosos esperamos la llegada de un hijo, nos toca de igual manera, pero sentimos, por nuestra situación de una manera algo distinta, dispuestos y deseosos de dar nuestro amor y protección a aquellos niños a los que sus padres fuere por lo que fuere, no han podido o no han querido dar, y al hacerlo valoramos más si cabe el sacrificio de aquellas madres que después de haber pasado un embarazo y un parto buscan lo mejor para su hijos, optando por la decisión más difícil y en muchos casos dolorosa, en un acto de amor hacia ellos que en muchas ocasiones no se suele apreciar.

Primer aniversario

 frases-de-cumpleanos-a-mi-sobrino-de-1-ano      Día 9 de julio de 2015.

Hoy hace un año que nuestro expediente entró en la Administración Húngara y recibió un número. Según la situación un año puede ser mucho o poco tiempo y según para qué  o para quien habrá pasado muy rápido o muy lento, es cuestión del prisma con el que se mire.

La sensación del paso del tiempo hace pensar que era ayer cuando entrábamos de pleno en el verano de 2014, y ahora ya estamos de nuevo en verano pero en 2015, tras un fugaz invierno. Sin embargo fuera de la rutina habitual del día a día, de las estaciones, cuando esperas ese tiempo pasa demasiado lento y al volver la vista atrás, tienes la sensación de que hace mil años que llevas esperando, pese a lo cual eres consciente de que es lo que ahora toca hacer, esperar y desear que el tiempo no solo pase rápido, sino que el paso del tiempo sea el menor posible, una curiosa contradicción.

 Este primer año hay que verlo como un paso más en este lento caminar, pero sin embargo un andar que con cada zancada salto o movimiento nos acerca más a él o ella.

Un deseo para hoy, para todos y para cada día: ¡Por un tiempo fugaz y breve a a vez!