Unos días después de la entrevista, vía telefónica te llaman para concertar un día para realizar la visita a tu casa.
Evidentemente cuando conocimos la cita para la valoración ya nos esmeramos en darle los últimos retoques, pues siempre hay algo que te falta, si un cuadro en el baño, una foto de cuando empezasteis a salir, ordenar esos papeles que se amontonan sobre de la mesa del escritorio…y limpiar en profundidad una vez que ya sabes el día de la visita.
La visita es rápida, tan solo dura unos minutos y la verdad, mucho más distendida que la entrevista, simplemente ven la casa por encima, las habitaciones que tiene y poco más. Lo que necesitan saber es en que condiciones está la casa y si tiene espacio para el niñ@/s.
En esta ocasión ya te van avanzando si consideran que puedes conseguir la idoneidad o puede haber algún problema, la verdad, en ese momento ves que la cierta distancia de la entrevista, a quedado a un lado y se debía únicamente a que estaban haciendo su trabajo. Las funcionarias resultan ser muy amables al igual que lo fueron las que impartieron el curso y dieron la sesión informativa.